En la reciente semana pasada, quedó destituido del cargo de presidente de la república de Paraguay, a Fernando Lugo Mendez.
La sucesión de hechos comenzó cuando tras la ocupación de campos en territorio paraguayo, el entonces presidente autorizo la desocupación forzosa de los ocupantes. Pero la misma se produjo con duros enfrentamientos que costaron vidas humanas, lo que le valió las duras acusaciones de la clase política paraguaya, calificándolo de "inepto al cargo", y anunciando su posible juicio político, para su destitución.
Hay varias cosas que llaman la atención y nos invitan a reflexionar acerca de lo que ha acaecido, en la dinámica de la realidad que muchas veces no nos permiten pensar para tomar conciencia de lo que pasa.
El primer punto que me gustaría remarcar, es que tras la violenta situación vivida de los ocupantes de tierras, Lugo haya considerado traspasar el mando de ministro del interior, a un miembro del partido Colorado, claramente representante de la opocisión política. Lo que seguramente no debe haber caído bien en la interna de su partido.
En segundo lugar, es sorprendente el claro apoyo de la dirigencia política, en la votación por si o por no de si se iba a llevar al presidente al juicio político, donde fue casi unánime la votación por la que se apoyó la moción; entonces nos preguntamos: los representantes de su partido político, ¿no lo apoyaron? ¿qué votaron? ¿cómo esta compuesto su partido, y los partidos que estaban aliados con Lugo?
A veces es mejor no tener tantos aliados políticos, tener menos votos, pero un partido mas solido y homogéneo, que efectivamente represente las ideas e ideologías, antes que sumirse en una gran alianza, llena de acuerdos que tarde o temprano se resquebrajarán y terminarán por confundir a la ciudadanía que vota según ciertas convicciones que en realidad, no están en todos los integrantes de ese tipo de partidos políticos.
Otro punto en cuestión, es el de tratar de entender si en realidad no hubo un golpe de estado, o si fue legitimo el camino transitado para llegar a la situación de hoy. El parlamento se pronuncia en que los caminos legales son valederos según la constitución de aquel país, mientras que los que apoyan a Lugo, dicen que no se han dado todas garantías para que el presidente se defienda de buena forma, y además de la rapidez con que se ha hecho la expulsión de Lugo.
Desde el resto de la región, muchos gobiernos como Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, entre otros, han sido enérgicos y han expresado que en Paraguay hubo un golpe de Estado, y que no reconocerán a este nuevo gobierno, hasta tanto no se celebren elecciones nacionales. Por lo que aplicaran una suerte de aislamiento a aquel país, incluso pudiendo llegar a sacar a Paraguay de los organismos de Latinoamérica, como el Mercosur o la Unasur.
Este es un continente muy susceptible a los cambios que se producen cuando no se siguen los caminos instituciones creados, consecuencia de las dictaduras militares sufridas y de gobiernos corruptos, entemezaclados con sectores fascistas y totalitarios.
Tal vez entre las mayores conclusiones que se puedan sacar hasta el momento, es si la constitución que impera en Paraguay es correcta, y también, si el partido de gobierno era o suficientemente solido y homogéneo como para imponer su programa de gobierno.
Aunque se quiera decir que Lugo era un gobernante inepto, estaba llevando a cabo planes tan ambicioso como los de reforma agraria, favoreciendo los intereses de la clase menos favorecida; y si además, vemos que los gobiernos anteriores al de Lugo, no eran brillantes ni mucho menos, sino que fueron corruptos, ineficientes, y llevaron a los paraguayos a ser un país pobre, analfabeto y atrasado. Con zonas rurales que se podrían calificar claramente, como de la época feudal, con trabajadores que son propiedad de sus dueños, ganando miseros salarios, en los grandes latifundios que todavía se mantienen intactos...
Firma: frme
Fernando Lugo Mendez |
Hay varias cosas que llaman la atención y nos invitan a reflexionar acerca de lo que ha acaecido, en la dinámica de la realidad que muchas veces no nos permiten pensar para tomar conciencia de lo que pasa.
El primer punto que me gustaría remarcar, es que tras la violenta situación vivida de los ocupantes de tierras, Lugo haya considerado traspasar el mando de ministro del interior, a un miembro del partido Colorado, claramente representante de la opocisión política. Lo que seguramente no debe haber caído bien en la interna de su partido.
En segundo lugar, es sorprendente el claro apoyo de la dirigencia política, en la votación por si o por no de si se iba a llevar al presidente al juicio político, donde fue casi unánime la votación por la que se apoyó la moción; entonces nos preguntamos: los representantes de su partido político, ¿no lo apoyaron? ¿qué votaron? ¿cómo esta compuesto su partido, y los partidos que estaban aliados con Lugo?
A veces es mejor no tener tantos aliados políticos, tener menos votos, pero un partido mas solido y homogéneo, que efectivamente represente las ideas e ideologías, antes que sumirse en una gran alianza, llena de acuerdos que tarde o temprano se resquebrajarán y terminarán por confundir a la ciudadanía que vota según ciertas convicciones que en realidad, no están en todos los integrantes de ese tipo de partidos políticos.
Otro punto en cuestión, es el de tratar de entender si en realidad no hubo un golpe de estado, o si fue legitimo el camino transitado para llegar a la situación de hoy. El parlamento se pronuncia en que los caminos legales son valederos según la constitución de aquel país, mientras que los que apoyan a Lugo, dicen que no se han dado todas garantías para que el presidente se defienda de buena forma, y además de la rapidez con que se ha hecho la expulsión de Lugo.
Desde el resto de la región, muchos gobiernos como Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, entre otros, han sido enérgicos y han expresado que en Paraguay hubo un golpe de Estado, y que no reconocerán a este nuevo gobierno, hasta tanto no se celebren elecciones nacionales. Por lo que aplicaran una suerte de aislamiento a aquel país, incluso pudiendo llegar a sacar a Paraguay de los organismos de Latinoamérica, como el Mercosur o la Unasur.
Este es un continente muy susceptible a los cambios que se producen cuando no se siguen los caminos instituciones creados, consecuencia de las dictaduras militares sufridas y de gobiernos corruptos, entemezaclados con sectores fascistas y totalitarios.
Tal vez entre las mayores conclusiones que se puedan sacar hasta el momento, es si la constitución que impera en Paraguay es correcta, y también, si el partido de gobierno era o suficientemente solido y homogéneo como para imponer su programa de gobierno.
Aunque se quiera decir que Lugo era un gobernante inepto, estaba llevando a cabo planes tan ambicioso como los de reforma agraria, favoreciendo los intereses de la clase menos favorecida; y si además, vemos que los gobiernos anteriores al de Lugo, no eran brillantes ni mucho menos, sino que fueron corruptos, ineficientes, y llevaron a los paraguayos a ser un país pobre, analfabeto y atrasado. Con zonas rurales que se podrían calificar claramente, como de la época feudal, con trabajadores que son propiedad de sus dueños, ganando miseros salarios, en los grandes latifundios que todavía se mantienen intactos...
Firma: frme