El valor de la divisa |
'' En una columna publicada el 27 de junio en el suplemento "Economía y Mercado" de "El País", los economistas Gustavo Michelín y Horacio Bafico advirtieron como un "riesgo" el predominio de las ventas al exterior de mercaderías de origen primario. Y señalaron que esa estructura "es el resultado de la suerte de enfermedad holandesa que vive la región debido al boom de los commodities y el masivo ingreso de capitales que apreció las monedas".
Como enfermedad holandesa se conoce al fenómeno que combina un aumento fuerte de los ingresos de un país por la explotación de un recurso no renovable, que trae como consecuencia una apreciación de la moneda doméstica que perjudica la competitividad de otros productos. Eso fue lo que le ocurrió a Holanda después que a mediados del siglo pasado descubrió y comenzó a exportar gas natural.
También directivos de la Unión de Exportadores observan con preocupación la "commoditización" de los envíos al exterior que a su entender se registró en los últimos años, a causa del deterioro de la competitividad por la baja del tipo de cambio y el incremento de los costos internos de producción.
Pero las autoridades de gobierno discrepan con esa percepción. En una reciente presentación con motivo del Día de la Exportación, el titular del Banco Central, Mario Bergara, exhibió datos según los cuales el componente importado de las ventas al exterior es menor al valor agregado en el país en prácticamente todos los sectores de actividad.
Por otro lado, algunos analistas sostienen que es erróneo afirmar que las exportaciones de materias primas uruguayas no incorporan valor agregado, ya que en el caso de los productos de origen agropecuario dicha incorporación se verifica a través de la innovación de los procesos. Y mencionan como ejemplo de eso el aumento en la producción por hectárea de ciertos cereales, debido a la investigación y a la tecnología aplicada en los últimos años'.
La principal observaciòn que se debe sacar de este paper, es que no todas las apreciaciones del tipo de cambio real son negativas para la economía, la clave radica en investigar cuál es el factor que desencadena la baja del tipo de cambio.
Cuando el TCR se aprecia debido a shocks regionales positivos o transferencias que recibe el país, se dice que hay una apreciación del TCR a la Salter-Swan, que es negativa porque termina afectando la rentabilidad y competitividad del sector transable de la economía, sector al cual se apunta a que se expanda para el desarrollo de economías pequeñas y abiertas.
Cuando se aprecia el tipo de cambio como consecuencia de un aumento de la productividad del sector transable, debido a un cambio técnico, decimos que hay una apreciación a la Balassa-Samuelson, que es positiva para la economía porque desarrolla el sector transable, estratégico para el crecimiento económico.
Habría que estudiar cuál de estos dos efectos es el que predomina en el país hoy en día, para afirmar si efectivamente estamos sufriendo la enfermedad holandesa.
Fuente: diario el país
Firma: frme
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